Conocida desde 1665 como estancia de Don Diego de Mendoza, uno de los descendientes del conquistador Francisco de Montejo, Temozón producía ganado y maíz. Durante la segunda mitad del siglo XIX, fue rápidamente transformada en hacienda henequenera por su dueño Carlos Peón Machado. Una de las más importantes de la península, con una superficie de 6,642 hectáreas, 640 trabajadores y el equipo industrial más potente de la región, Temozón es uno de los mejores ejemplos de la prosperidad generada por la producción del henequén.